DÍA 14 Corazón de Jesús en quien el Padre se complace
Reflexión “La eterna complacencia del Padre acompaña al Hijo, cuando El se hizo hombre, cuando acogió la misión mesiánica a desarrollar en el mundo, cuando decía que su comida era cumplir la voluntad del Padre. Al final Cristo cumplió esta voluntad haciéndose obediente hasta la muerte de cruz, y entonces esa eterna complacencia del Padre en el Hijo, que pertenece al íntimo misterio del Dios-Trino, se hizo parte de la historia del hombre.
En efecto, el Hijo mismo se hizo hombre y en cuanto tal tuvo un corazón de hombre, con el que amó y respondió al amor. Antes que nada al amor del Padre.
Y por eso en este corazón, en el Corazón de Jesús, se concentró la complacencia del Padre. Es la complacencia salvífica.
En efecto, el Padre abraza con ella - en el corazón de su Hijo - a todos aquellos por los que este Hijo se hizo hombre. Todos aquellos por los que tiene el corazón. Todos aquellos por los que murió y resucitó. En el Corazón de Jesús el hombre y el mundo vuelven a encontrar la complacencia del Padre”.
Propósito: Hacer con diligencia mis obligaciones de hoy buscando complacer únicamente a Dios.
Jaculatoria: INMUTABILIDAD del Corazón de Jesús, fijad mi corazón.