DÍA 16 Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados
Reflexión “¿Es este Corazón "deseo" del mundo? Mirando el mundo tal como visiblemente nos rodea, debemos constatar con San Juan que está sometido a la concupiscencia de la carne, a la concupiscencia de los ojos y a la soberbia de la vida (Jn 2,16). Y este "mundo" parece estar lejos del deseo del Corazón de Jesús. No comparte sus deseos.
Permanece extraño y, a veces, incluso hostil respecto a Él. Este es el "mundo" del que el Concilio dice que está "esclavizado bajo la servidumbre del pecado (Gaudium et Spes, 2)...
Es el mundo que, precisamente a causa de la "servidumbre del pecado" ha sido sometido a la caducidad - como enseña San Pablo -y, por ello, gime y siente dolores de porto, esperando con impaciencia la manifestación de los hijos de Dios, porque sólo por este camino se puede liberar realmente de la esclavitud- de la corrupción, para participar de la libertad y de la gloria de los hijos de Dios (Rm. 8,19-22)”.
Propósito: Dar una limosna para los pobres.
Jaculatoria: LIBERALIDAD del Corazón de Jesús, enriqueced mi corazón.