DÍA 9 Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes
Reflexión “El corazón decide de la profundidad del hombre. Y, en todo caso, indica la medida de esa profundidad, tanto en la experiencia interior de cada uno de nosotros, como en la comunicación interhumana. La profundidad de Jesucristo, indicada con la medida de su Corazón, es incomparable.
Supera la profundidad de cualquier otro hombre, porque no es solamente humana, sino al mismo tiempo divina. Esta divina-humana profundidad del Corazón de Jesús es la profundidad de las virtudes: de todas las virtudes.
Como un verdadero hombre Jesús expresa el lenguaje interior de su Corazón mediante las virtudes. En efecto, analizando su conducta se pueden descubrir e identificar todas estas virtudes, como históricamente emergen del conocimiento de la moral humana: las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y las otras que derivan de ellas”.
Propósito: No hablar mal de nadie, sino que todo lo que salga de mi boca que sea penetrado de caridad.
Jaculatoria: DULZURA del Corazón de Jesús, penetrad mi corazón.