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Dios bendiga nuestros matrimonios y familias.
DÍA 36: EL AMOR ES LA PALABRA DE DIOS
Lámpara es a mis pies tu palabra,
y luz para mi camino.
(Salmo 119:105)
Para algunas personas, la Biblia es demasiado
voluminosa y prominente como para comprenderla.
La consideran un desafío imposible.
No saben por dónde ni cómo comenzar.
No obstante, como cristiano,
no estás solo para intentar entender
los temas principales y los significados profundos
de la Biblia. El Espíritu Santo, quien vive
ahora en tu corazón por medio de la salvación,
es el que ilumina la verdad.
"Porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun las profundidades de Dios"
(1 Corintios 2:10).
Y gracias a esta lámpara interior,
ahora puedes leer, absorber, comprender
y vivir las Escrituras; pero en primer lugar,
debes comprometerte a hacerlo.
Crea el hábito. Si todavía no estás acostumbrado,
es hora de comenzar a leer una porción de
la Biblia todos los días. Lo ideal sería que
la leyeran juntos como esposos...
quizá por la mañana o antes de irse a dormir.
Sé como el autor del Salmo 119 quien podía decir:
"Con todo mi corazón te he buscado [...]
En mi corazón he atesorado tu palabra,
para no pecar contra ti"
(Salmo 119:10-11).
os que tienen un patrón constante de lectura
de la Biblia pronto descubren que sus páginas son
"deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino,
más dulces que la miel y que el destilar del panal"
(Salmo 19:10).
Busca la ayuda de otros. Tienes razón,
la Biblia puede ser profunda y puede significar
un verdadero desafío. Por eso es tan importante
formar parte de una iglesia en donde la Palabra
se enseñe y se predique con fidelidad.
Al escuchar cómo se la explica en los
sermones y las clases de estudio bíblico,
obtendrás una visión más amplia y equilibrada
de lo que Dios dice a través de su Palabra.
Además, podrás unirte a otros que están
en el mismo recorrido que tú, con el deseo
de alimentarse con las verdades de las Escrituras.
"Persiste en las cosas que has aprendido
y de las cuales te convenciste, sabiendo
de quiénes las has aprendido"
(2 Timoteo 3:14)
A diferencia de la mayoría de los demás
libros, que están diseñados solo para ser leídos
y digeridos, la Biblia es un libro vivo.
Vive porque el Espíritu Santo todavía
resuena entre sus palabras. Vive porque,
a diferencia de los escritos antiguos de
otras religiones, su autor sigue vivo.
Y vive porque se transforma en parte de ti,
de tu manera de pensar y de lo que haces.
"Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores"
(Santiago 1:22).
Jesús habló sobre las personas que construyen
su vida en la arena (en función de su propia lógica,
de sus conjeturas más acertadas o del último
razonamiento). Cuando las tormentas de la
vida comienzan a venir (y siempre lo harán),
el cimiento de arena ocasiona un completo desastre.
Quizá estas casas se iluminen y luzcan
bien durante un tiempo, pero son tragedias
en potencia. Al final, se derrumbarán.
Sin embargo, Jesús dijo:
"Cualquiera que oye estas palabras mías
y las pone en práctica, será semejante a un
hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos y azotaron aquella casa;
pero no se cayó, porque había sido fundada
sobre la roca"
(Mateo 7:2425).
Cuando tu casa está fundada sobre la
roca de la Palabra inalterable de Dios,
está asegurada contra la destrucción.
Esto se debe a que Dios tiene el plan perfecto
para todo y ha revelado estos planes en su Palabra.
Están allí mismo para cualquiera que los lea
y los ponga en práctica. Dios tiene un plan
para tu manera de administrar el dinero;
un plan para la manera de criar a tus hijos;
un plan para tu manera de tratar el cuerpo;
un plan para tu manera de pasar el tiempo;
un plan para tu manera de manejar los conflictos.
¿Acaso tu Hacedor no sabrá exactamente lo que necesitas?
Si esto de leer la Biblia en forma regular te
resulta nuevo, te sorprenderá la rapidez
con la cual comenzarás a pensar de otra
manera y con la mirada puesta en la eternidad.
Y si de verdad quieres establecer estrategias
de vida basadas en la manera que tiene Dios
de hacer las cosas, Él te guiará a conectar
lo que lees con la manera de aplicarlo.
Es un viaje esclarecedor con descubrimientos
constantes. Cada aspecto de tu vida
que sometas a los principios de Dios se
fortalecerá y será más duradero con el tiempo;
pero cualquier parte que no le entregues,
al intentar hacerlo por tu cuenta, se debilitará
y con el tiempo fracasará cuando te golpeen
las tormentas de la vida. A decir verdad,
quizá sea el área que acelere el desmoronamiento
de tu hogar y tu matrimonio.
Las parejas sabias construyen sus casas
sobre la roca de la Palabra de Dios.
Han visto lo que puede suceder con la arena.
Saben qué significa no tener una base sólida
y que los cimientos se venzan.
Por eso debes decidir construir tu vida y
tu matrimonio sobre la roca sólida de la Biblia.
Luego, puedes planear un futuro más sólido,
sin importar cuán recia sea la tormenta.
El desafío de hoy:
Toma el compromiso de leer la biblia todos
los días. Consigue un libro de meditaciones
o algún otro recurso que te sirva como orientación.
Si tu cónyuge está dispuesto, pregúntale si
quiere comprometerse a leer la Biblia contigo a diario.
Comienza a rendir cada área de tu vida a la
guía de la palabra de Dios y a construir sobre la roca.
¿Qué partes de tu vida tienen más necesidad del consejo de Dios?
¿En dónde crees que hay una mayor susceptibilidad al fracaso?
¿Qué le estás pidiendo a Dios que te muestre a través de su Palabra?
Todo lo que fue escrito en tiempos pasados,
para nuestra enseñanza se escribió.
(Romanos 15:4)