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💕RETO: EN TUS MANOS SEÑOR: MI MATRIMONIO💞
DIA 27
El día de hoy pedimos a Dios que sane y restaure toda herida intergeneracional y que nos conceda reconciliarnos con nuestros antepasados.
✝️ Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
ORACIÓN PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA SANACIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS
(Para confesar los pecados de los antepasados y difuntos y reconciliarse con ellos)
Gracias, Señor, por el don de la vida y por todos los bienes con los que has colmado a la familia que escogiste para nosotros desde el momento de nuestra concepción, de nuestro nacimiento y de nuestro bautismo. Tú sabes, Señor, los sufrimientos y las dificultades que encontramos en nuestras familias.
Señor Jesucristo, tú eres el Siervo Doliente que has tomado sobre ti la iniquidad, las faltas y los castigos de todos y nos has ofrecido la sanación y la liberación. Tú eres el Justo que carga con el pecado de todos e intercedes por los criminales (Is 53, 12). Tú fuiste a predicar a los espíritus de los muertos para salvarlos (l P 3, 19).
Vengo ante ti en nombre de todos los miembros de mi familia. Dígnate aceptarme como el portavoz, el representante de todos mis antepasados, de todos los miembros difuntos de todas las líneas genealógicas, de todas las generaciones que no están todavía en tu Luz y en tu Amor.
Dígnate cubrirlas con tu Preciosa Sangre. Que las aguas de mi bautismo fluyan sobre todas las generaciones de mi árbol genealógico. Tú, Jesús, nos has reconciliado con Dios, Padre de las Misericordias y de todo consuelo, y nos has confiado el ministerio de la reconciliación (2Co 5, 18). Invoco el perdón de tu Cruz sobre todos ellos. Levanto y planto la Cruz de Jesús en todas las generaciones que me han precedido. Quiero perdonar yo también, bendecir a todos los antepasados que han dejado influencias negativas en nuestra descendencia _(decir sus nombres y ofensas en silencio)._ Por ti, oh Cristo Misericordioso, nosotros, los descendientes de (decir los nombres), les perdonamos desde lo más hondo del corazón y les bendecimos. Les aseguramos, en nombre de Jesús, que ninguno de entre nosotros, ningún vivo conocido por ellos, tiene nada en su contra, ni los juzga, ni los critica, ni los condena por ningún acto que hubieran cometido durante su vida terrestre.
Por tu Corazón Traspasado, oh Jesús, les pedimos perdón desde lo más hondo del corazón si les hemos ofendido, acusado, rechazado, dañado, maltratado, abandonado, si a causa de nosotros han sido desgraciados, heridos, víctimas del odio, de la violencia, de la vergüenza, del hambre, de la injusticia y si no les hemos amado como lo deseaban.
Ahora, queremos confesar los pecados e iniquidades de nuestros padres (Le 2 6, 40) y arrepentirnos por ellos. Señor Misericordioso, te pedimos perdón por todos los pecados de los que ni se arrepintieron ni te pidieron perdón _(decir en silencio esos pecados)._
Me arrepiento de todo homicidio, aborto, injusticia que han cometido, de todas sus disputas familiares, por cuestiones de bienes y propiedades, que nos han dividido.
Me arrepiento de toda perversión moral y de toda implicación que han tenido en el ocultismo, el espiritismo, el esoterismo, el vudú, el fetichismo, y renuncio a ella.
En su nombre, rechazo a Satanás y a todas sus obras maléficas. Me arrepiento especialmente de su trasgresión del primer mandamiento de Dios y de su adoración a dioses falsos y a ídolos. Renuncio y me opongo formalmente a todas sus malas prácticas y a todas las consecuencias de sus ataduras mentales. Arrojo lejos de nosotros todo lo que ha podido ser desdichado y desordenado en los matrimonios de mi familia. Pongo fin a todos los odios enraizados en mi familia.
Jesús, que tu divina Misericordia les perdone todos sus pecados. Que tu Preciosa Sangre los lave de toda iniquidad, corte todos sus lazos.
Que por la gracia del sacrificio eucarístico de Cristo muerto por ellos sean reconciliados con los vivos y con los muertos y entren en la paz y la comunión de tu amor, en la alegría eterna de Cristo Resucitado.
Que todos sus descendientes afectados por sus desobediencias y rebeldías sean desatados de toda maldición, sanados y liberados en Nombre de Jesús. No permitas que sus pecados sigan afligiendo a nuestra familia.
Pedimos perdón también a todos los niños difuntos, los muertos prematuros, los que nacieron muertos, los niños no nacidos de nuestra familia y de nuestro linaje genealógico, especialmente los bebés abortados, las víctimas de abortos naturales o de embarazos extrauterinos a los que hemos herido, rechazado, ignorado, por los que no hemos rezado ni encargado misas. ¡Que Jesús los acoja en su Corazón Traspasado! ¡Que María, la Madre Inmaculada, los tome en sus brazos y los consuele! ¡Que sean desatados de todos los bloqueos que pesan sobre ellos y sobre los miembros de sus familias!
🛐 SALMO 103
Bendeciré al Señor
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura, quien me satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila.
El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia.
Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel.
8 El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor.
No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno; no nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra.
Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente.
El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos; pues él sabe de qué estamos hechos: sabe bien que somos polvo.
La vida del hombre es como la hierba; brota como una flor silvestre: tan pronto la azota el viento, deja de existir, y nadie vuelve a saber de ella.
Pero el amor del Señor es eterno para aquellos que lo honran; su justicia es infinita por todas las generaciones, para los que cumplen con su alianza y no se olvidan de obedecer sus mandatos.
El Señor ha puesto su trono en el cielo, y su reino domina sobre todo.
¡Bendigan al Señor, ángeles poderosos! Ustedes, que cumplen sus órdenes, que están atentos a obedecerlo.
¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos, que lo sirven y hacen su voluntad!
¡Bendiga al Señor la creación entera, en todos los lugares de su reino! ¡Bendeciré al Señor con toda mi alma!
SANTO ROSARIO: MISTERIOS DOLOROSOS
Jaculatoria:
Dios sana nuestras heridas.
Oración final
Gracias Padre Celestial por escuchar nuestras súplicas concédenos reconciliarnos con nuestros antepasados y sanar las heridas heredadas que nos impiden seguir de tu mano cumpliendo con el Plan Divino que tienes trazado para nuestro matrimonio.
✝️ En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén..
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