Señor de la Divina Misericordia, humildemente quiero pedirte perdón portodo el daño que yo he hecho, en particular a mi esposo durante todos los años que he vivido a su lado, perdón por todos mis egoísmos, perdóname,
Jesús, por no saber perdonar con prontitud y de todo corazón.
¡Perdóname,
Jesús, por sacarlo de mi vida!, por no querer saber nada de él, me haya pedido perdón o no.
¡Perdón!, por todo el resentimiento, odio o desprecio
que le he mostrado al no verte en su persona y dejarme llevar por la ira, movida por mis profundas heridas emocionales y sentimentales, que no
disculpan mis acciones.
¡Perdóname!, por todas las veces que no supe ser esposa ni amiga, por no haberlo sabido apoyar e impulsar para su crecimiento personal, espiritual y económico
¡Perdón!, por haber llegado a
ser roca de tropiezo para él en contadas ocasiones, por mis egoísmos,
necedades y mi gran soberbia.
¡Perdón!, Padre de la Divina Misericordia, por haber sido yo la ocasión de muchos pleitos y peleas que, además de lastimarlo, dañaron profundamente también a nuestros hijos.
Sobre todo te pido perdón, Padre
mío, por las veces que me di por vencida, por no saber y no querer
ayudarlo, por no buscar ayuda o rechazarla, por dejar de rezar por él y por no tener el valor de tomar decisiones que nos dolerían (tal vez en nuestro orgullo, tal vez porque así debía de ser, según sea el caso) pero que estoy
consciente y convencida de que le ayudarán a él a crecer, a madurar, a arrepentirse de sus equivocaciones y a buscarte, y a mí a tener más confianza y fe en Ti.
Para no cometer un grave error; de rodillas ante tu altar, te pido, Señor, me concedas serenidad para aceptar las cosas que no
puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para
distinguir la diferencia; así pues, mi Jesús Sacramentado, termino
pidiéndote perdón por no querer soportar la cruz que yo misma escogí, consciente o inconscientemente, por equivocación o inmadurez, con amor o sin amor, de lo cual hoy me hago responsable ante Ti, pues tu carga es suave y tu yugo ligero, por eso hoy vengo arrepentida de todos mis pecados, a pedirte fortaleza,la paciencia, la perseverancia en la oración y la tolerancia en mi situación y hacia mi esposo, el respeto y la caridad.
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