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Soltar al cónyuge significa “dejarlo en manos de Dios”, no más. 

 

No significa que te deje de importar,

mucho menos que dejes de orar,

ya que precisamente se trata de enfocar todas tus fuerzas y energía

a la oración por su liberación.

 

Tu cónyuge es una persona que tiene libertad,

misma que fue otorgada por Dios,

y debes respetar su libertad de tomar sus decisiones,

aún si esto implica irse de la casa.

 

Es importante comprender que nada de lo que “humanamente”

hagamos por retenerlos va a funcionar y que solo Dios

actuando a través de tu intercesión podrá liberar a tu cónyuge de la vida de pecado.

 

En este punto es importante mencionar que

DEBES DEJAR DE ESPIAR, BUSCAR INFORMACIÓN

ACERCA DE SU VIDA ACTUAL, CON QUIEN

Y DONDE ESTA Y QUE ESTA HACIENDO.

 

Haciendo esto solo te auto flagelarás y sufrirás en vano.

A veces pensamos que por que “pareciera estar feliz”,

o “porque ya vive con otra persona”, inclusive “tiene hijos con otra persona”,

la lucha está perdida. NO ES ASÍ.

 

El enemigo pondrá mil engaños y mentiras frente a ti para desviarte del camino,

está en ti  creerle o ignorarlo.

Es mucho más llevadera la lucha cuando cerramos nuestros ojos ante esos engaños.

 

No espíes su Facebook, no espíes su celular,

no lo busques, no lo persigas, no preguntes por él y por qué este haciendo.

 

ENFOCATE EN LO IMPORTANTE….DIOS.  

 

Recuerda que Dios pasa por encima de quien sea,

por encima de toda circunstancia, encima de toda distancia entre tu cónyuge y tú

para obrar milagros.

 

NO IMPORTA CUAL SEA TU CIRCUNSTANCIA,

enfócate en Dios y en la oración y Dios lo hará.

 

No abras puertas a la ira, al rencor, a la envidia, a los celos,

estos solo retrasarán tu proceso, estorbándote y entorpeciendo tu lucha.

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