Ayúdame, Jesús Sacramentado, a seguir cumpliendo mis
promesas bautismales y matrimoniales de amor y fidelidad en las buenas y en las malas ya sea que esté o no separada de mi
esposo (Si es así, te pido, Jesús mío, que me devuelvas a mi
esposo, arráncalo del pecado y devuélveme su amor ya que
para ti no hay nada imposible; creo, pero aumenta mi fe).
Quiero dar testimonio de ese amor y fidelidad que prometí en
el altar ante ti.
Señor, no permitas que me excuse con sus faltas para hacer yo lo mismo o cosas peores que solo llevarían a mi alma a la muerte eterna. Amén.
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